El centro histórico es víctima del vandalismo y el desdén

El primer cuadro de la ciudad está lleno de graffitis, que reflejan la falta de respeto de autoridades y ciudadanos a este espacio.

El Centro Histórico de Salamanca se ha convertido en una muestra clara de la falta de respeto hacia los espacios públicos y privados, tanto de los ciudadanos que se empeñan en vandalizar y ensuciarlos, como de las autoridades locales, que no se preocupan por darles mantenimiento.

Al recorrer el primer cuadro de la ciudad es imposible no observar como casonas antiguas, espacios religiosos y arquitectónicos, referentes de la ciudad están repletos de grafitis.

El graffiti se considera en muchos casos como vandalismo porque se realiza sin autorización en lugares públicos, sobre una pared u otra superficie.

En este sentido habitantes del centro histórico expresaron su molestia por estas pintas que aparecen de un momento a otro en sus propiedades, las cuales consideraron, están lejos de ser arte. 

Pero, también destaca la falta de mantenimiento a espacios públicos que han sido afectados, por ejemplo, los arcos del portal Los Bravos que se encuentran en el Jardín Principal, o las columnas ubicadas en la plazoleta Hidalgo, además de otros recintos históricos como el Museo Hidalgo.

Estas condiciones, sumadas a las calles con baches y al deterioro de la plaza cívica Miguel Hidalgo, le dan al centro histórico una pésima imagen que hace imposible obviar el descuido y el abandono en el que se encuentra.